viernes, 27 de mayo de 2011

La legislación venezolana no protege al hombre de la violencia doméstica

En el país no existen estadísticas de hombres maltratados

Los agredidos se abstienen de denunciar por verguenza. Muchos de los afectados prefieren no acudir a terapias psicológicas y para solucionar el problema, terminan la relación. Existe un vacío legal pues la ley sólo cataloga un delito como violencia doméstica cuando el hombre maltrata a la mujer. No cuando sucede al revés

Erick Lezama  






Cuando Eduardo* se despertó y se paró frente al espejo quiso llorar. No sabía qué hacer al percatarse de que esta vez su esposa había ido mucho más allá: tenía rasguños en los cachetes, un hombro con hematomas y le costaba mover un brazo. Al dolor físico que sentía, se sumó un profundo dolor moral. “¿Y qué digo en el trabajo cuando me pregunten? ¿Que mi mujer me pega? será para que me `jodan´ el resto de mis días. ¿Qué me invento? Seguro hasta los vecinos escucharon”, pensó.

La pelea comenzó cuando él llegó a su casa. “Me había quedado hasta tarde en la oficina y por eso ella estaba brava”. Cuando abrió la puerta su esposa estaba preparada con un bate. “Estaba histérica y cuando le dije que se calmara sentí un batazo en el hombro. Luego se me fue encima, me arañó toda la cara y me golpeó”, recuerda en voz baja. “Es que la verdad a mi aún me da pena, eso ha sucedido en cuatro oportunidades,  he pensado en denunciarla, pero no me atrevo. Yo la quiero”.

Leyes y hombres agredidos. En Venezuela es incorrecto hablar de violencia doméstica cuando una mujer agrede a su pareja. Héctor Tovar, receptor de denuncias de la Jefatura Civil de Caricuao, asegura que la legislación venezolana sólo estipula la violencia doméstica de un hombre a una mujer. Explica que por ello se procede de manera diferente en caso de que se denuncien casos de agresiones en el hogar: “Cuando se trata de violencia hacia la mujer se abre un procedimiento penal, se dictan medidas a favor de la mujer y se remite al agresor a un Fiscal del Ministerio Público, según lo establecido en la Ley Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia. En el caso de que el agredido sea el hombre, se firma una caución conciliatoria para que se respeten”.


*Nombre ficticio
 
Jamilé González, abogada adjunta del Ministerio Público, reconoce que se pudiera tratar de un vacío legal, porque si bien al hombre lo protege el Código Penal, no se establece violencia de tipo psicológica, ni exclusivamente doméstica. “Un hombre que sea acosado por su pareja no recibirá protección porque no está establecido como un tipo de violencia penal”, señala.  Asegura que en muchos casos las mujeres se valen del respaldo legal para aprovecharse de los hombres.

Ana Julia Rodriguez, quien agredió a su ex pareja, reconoce que en algún momento se aprovechó de su condición de mujer. “El no iba a hacer nada, sabía que no me podía pegar, no era violento, sólo me decía que me quedara quieta, que no fuera violenta”, recuerda. Asegura que lo hacía conscientemente: “Él quería hacer lo que le daba la gana y yo le daba golpes. Me decía que nunca me iba a pegar, pero  mientras me buscaba yo sí le daba. Yo sabía que no iba a decir nada porque le daba pena.”

La abogada Ana Niño señala que la violencia debe ser atacada desde una perspectiva más amplia. “Es una postura machista dotar de protección sólo a la mujer. Significa reconocer que ella está en situación de minusvalía, que el único que  puede agredir es el `macho´, y eso es desconocer que la mujer también es capaz de acumular agresividad y materializarla”. 

Eduardo no está consciente del vacío legal del que hablan los expertos, pero sabe que por ser hombre las instancias de protección a la víctima no le prestarán atención a su problema. “No quiero denunciarla porque la quiero, y porque seguramente ella llorará y no me harán caso”, asegura convencido de no ir a una Jefatura a denunciarla.

En Venezuela hace cuatro años la situación era diferente: la Ley de Violencia contra la Mujer y la Familia, derogada en 2007, sí le brindaba protección al hombre como parte del entorno familiar. En aquella ley se establecían deberes y derechos igualitarios para los cónyuges, pues tenía como objetivo fomentar el buen trato en todos los miembros del núcleo familiar.

No hay instancias de protección al hombre. Las estadísticas de violencia intrafamiliar presentadas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas en 2005 señalan que los tipos más frecuentes de violencia doméstica en el área Metropolitana de Caracas son la psicológica y la física. En ese estudio, sin embargo, no se aprecia cuántos casos de violencia hacia el hombre se registraron.

Actualmente no existen cifras oficiales que den cuenta de la situación de la violencia hacia el hombre. Organizaciones como Avesa y Plafam, dedicadas a la planificación familiar, tampoco llevan datos precisos de la violencia al hombre: en Plafam, donde existe un programa de violencia basada en género, presumen que en materia de violencia intrafamiliar hay 5% de hombres agredidos.

Para Ana Niño se trata de un círculo vicioso: no hay estadísticas dado que no hay instituciones que se dediquen a ayudar al hombre, y no hay instituciones porque no se puede comprobar estadísticamente que la violencia intrafamiliar hacia el hombre ocurre.

Sin embargo, en algunas regiones venezolanas se ha notado un incremento en las denuncias de hombres agredidos: en Maracaibo, por ejemplo, en lo que va de año se han registrado 15 denuncias de hombres maltratados por sus esposas, mientras que el año pasado se registraron 10.

Incluso, en algunos países se han dado manifestaciones en contra de esta problemática: en Panamá, en el 2007, se llevó a cabo una caravana encabezada por el alcalde de la localidad, en la que hombres aseguraban ser agredidos por sus esposas. En Ámsterdam, Holanda, funciona desde 2008 un centro de atención al hombre agredido, que surgió por el aumento de casos de violencia al género masculino.

Eduardo está convencido de que esta situación es poco común. “Yo he llegado a pensar que esto nada más me pasa a mí, que el único ´pendejo´ que está en esto soy yo. Si sigue así nos tendremos que separar. Es que es muy celosa”.

Ayuda psicológica. La psicóloga Virginia Álvarez asegura que a su consulta no acuden hombres agredidos. “Ir a una consulta psicológica o denunciar la agresión implica mostrar una vulnerabilidad, en este caso a la masculinidad y lo que ello significa en la sociedad”. 

La experiencia de la psicóloga Patricia Valderrama es similar. “Es muy poco probable que un hombre acuda a terapia, pero trabajando en casos de parejas han salido a relucir casos de violencia de la mujer al hombre o de violencia bidireccional”, asegura.

Según Valderrama lo correcto es hablar de violencia doméstica y no de violencia hacia la mujer, pues cree que generalmente la violencia doméstica hacia la mujer se inicia con agresiones de ella hacia el hombre y por tal motivo tiene su cuota de responsabilidad. Álvarez difiere y piensa que el único responsable en una situación de violencia es quien agrede.

Son diversos los mecanismos terapéuticos que existen para solventar situaciones violentas. Valderrama dice que lo importante es que el afectado aprenda a poner límites y a tomar decisiones. Álvarez agrega que también es necesario considerar que algunos casos podrían estar relacionados con problemas neurológicos que tienen su manifestación en la agresividad. Ambas expertas coinciden en que es posible generar cambios en la relación de pareja trabajando sólo con la persona que agrede.

 Álvarez dice que lo más alarmante es que quien agrede tiene historia de ser agredido. Es decir, que un niño que crezca en un ambiente de violencia seguramente repetirá este patrón posteriormente, lo que conlleva a una sociedad más violenta. El informe anual de Cecodap, del 2009, refleja que uno de los tipos de violencia que afecta determinantemente la conducta de los niños, niñas y adolescentes es el intrafamiliar.

Eduardo sabe que los problemas de pareja no son un buen ejemplo para sus hijos. Ellos se han convertido en su motivación para no incrementar la violencia en el hogar.  “Lo que a mi más me preocupa de la situación de violencia en mi hogar es que los chamos pueden ver. Por eso yo me contengo y no le pego”, dice.      

*Se utilizó un nombre falso para proteger la identidad del testimoniante

Artesanos sostienen su oficio por más que amor al arte

Exponen su creatividad en distintos puntos de la ciudad
Bellas Artes y la Cuidad Universitaria son los predios donde jóvenes y experimentados personajes se reúnen con una única consigna: crear y expresar su espíritu a través del uso de diversos materiales


Nolan Rada Galindo

-Ting…
El martillo se estrella sobre la cabeza del cincel
-Ting…
Deja su marca en el cuero
–Ting...
La piqueta quiebra
–Tek…
La unidad del alambre
–Tek…
Ambas acciones van en sincronía con las maltratadas pero robustas manos y la profunda mirada que en cada golpe, en cada corte, representa lo que la mente del artesano desea expresar. El artesano, de anchas vestiduras de colores varios (acordes al gusto de cada uno), portador de collares sobre su cuello, templo que aloja la garganta de donde, con calmado tono, emanan confesiones sobre sus formas de pensar, por lo general sin prejuicios, de ser, de crear. Mientras, su contexto lo observa admirándole o menospreciándole.

Emerson Pimienta, colombiano,
prestó servicio militar en su país natal / Nolan Rada Galindo
Estos transformadores de materia, herederos de un oficio que casi se remonta al origen del ser humano, ya no se sientan, citando al Inca Garcilaso de La Vega en Comentarios Reales de los Incas, “en un asiento de oro macizo” para trabajar; ni beben ni comen, cuando lo hacen, de “vasijas (…) de oro y plata”, como sí lo hacían los antiguos orfebres peruanos, indígenas pioneros en América. Su dinámica se expone en las aceras de la cuidad, con el rugir de los carros de fondo, el apresurado paso de los peatones, algunos por lo rápido que transcurre su tiempo, otros pocos por temor a quienes, en el suelo, elaboran piezas para exponer su ser interior.

Para algunos de los protagonistas de este oficio en Caracas, específicamente para Luis “El Escorpión” Escalona, “un artesano es un artista”. Según considera Kevin Linares, con cinco años de dedicación al cuero y los metales, el artesano es alguien que puede “crear con cualquier tipo de material que tenga al alcance”. El vínculo con el oficio es tal que “El Escorpión” confiesa que “si vuelvo a nacer, vuelvo a ser artesano”.

Este sentimiento lo reafirma Emerson Pimienta, colombiano, al destacar que lo positivo de su oficio es “todo lo bonito que podemos hacer con nuestras manos, nuestras ganas: arte bello y mágico”. “Si te consideras un buen artesanos no es necesario que tú tengas un dinero para invertir. Lo normal es que tú te metas a un basural y tu mente cree algo de lo que tú puedas sacar de ese basural. Eso es lo bonito y lo grande que me ha enseñado a mí el estar en este ámbito”.

Muchos comenzaron sus primeros pasos con esa “magia” cuando niños, adolescentes, y hoy la expresan en los alrededores de Bellas Artes, muy cerca del centro de la capital. Esto se debe probablemente por lo que expresa la sicóloga Patricia Valderrama sobre la expresión artística: “es una energía incontenible. El artista necesita trabajar los materiales, elaborar objetos que expresen su ser, lo que sienten, lo que son”.

También, puede ser por la necesidad de registrar recursos económicos, como sucedió con Hebeth Ramírez, de 29 años, y oriundo de Valera, Trujillo: “yo entrené boxeo por 14 años, yo fue atleta allá en Trujillo. Era de la selección y, entrenando, igual hacía pulseritas para venderle a las amigas en el colegio”. Así ayudaba al ingreso de su familia.

Esa “energía incontenible” pudo ser lo que llevó a Emerson Pimienta a dejar de intercambiar frutas por collares y pasar a hacerlos: “comencé como vendedor de frutas y me gustaba mucho siempre la vida libre, el querer estar y dormir donde me gustara. Entonces, me relacioné con los artesanos. Siempre tuve esa vibra por los artesanos, por la calle, por el arte: por el amor al arte a lo que uno quiere hacer”.

Víctor Rodríguez tiene 35 años
dedicados al oficio / Nolan Rada Galindo
Para Víctor Rodríguez, de 64 años y quien a través de su precisa y enérgica voz expone la juventud de su espíritu, la dedicación plena al oficio llegó luego de cansarse “de trabajarle a los otros”, hace ya 35 años. Similar situación vivió Fabián Vargas, colombiano de 27 años, quien no se “halló” en ningún otro oficio mientras que a través de la artesanía encontró que lograba cubrir sus necesidades “y no tenía opresión laboral de ninguna especie. Son  muchos trabajos por los que pasé en los que nunca encontré un placer que me llenara así como la artesanía.”.

Algunos se vincularon con la artesanía a través de un amigo, de la observación, de la curiosidad por el laburo, otros empíricamente. Para Hebeth Ramírez, quien además de cursar Estudios Jurídicos en la Universidad Bolivariana de Venezuela ejerce la labor más importante de su vida al criar solo a su hija Soleidy luego de que la madre de falleciera en el parto, su vínculo con el oficio se remonta a su infancia en Valera. “Siempre me ha gustado hacer artesanía. Cuando estaba pequeño hacía muñecos de papel, cosas con hilo y un día lo ejercí. Y bueno, aquí estoy,  casi 15 años trabajando artesanía”, confiesa tras haber pasado por Choroní, Maracaibo, Barquisimeto, Cuyagua, hasta establecerse en Caracas, en una pieza que le alquila una señora que conoció a través del oficio.

Socialmente odiados, socialmente amados. La dinámica social, que para el primer semestre del año 1989 estaba compuesta por 1.316.716 trabajadores por cuenta propia, y la que para la mitad del segundo semestre del 2009, última fecha estudiada, registró la cifra de 3.625.090 trabajadores, según el Instituto Nacional de Estadística, conlleva problemas como la posibilidad de acercarse a la droga. Esto, para la sicóloga Patricia Valderrama, puede ser debido a que “muchas personas se acerquen a los sicotrópicos buscando una condición de relax o excitación particular” para potenciar su obra o expresarse.

Además de este detalle, el día a día carga sobre la espalda del artesano, esa que se dobla forjando algún objeto, problemas como la carencia de un seguro social y de condiciones óptimas para realizar su trabajo. Sin embargo, para ellos lo importante es “aprender a valorar más a las personas. Hoy en día estamos más inhumanos que antes”, comenta Cristian Salazar. Lleva el nombre de su esposa (Dayana) tatuado en la parte derecha de su rostro y una paternidad de cuatro niños bajo un refugio tras perder su casa ubicada en La Vega por las pasadas lluvias.

En ese camino, el artesano llega a enfrentarse con una sociedad que, según los miembros de este grupo, puede mirarlos con admiración en algunos casos y en otros con desprecio. Esto, según explica la socióloga Carmen Victoria Vivas Lacour, es debido a sus características como individuos: “la carencia de un sentido a nivel organizativo de precios (que aporte seriedad a su mercado), el lugar donde trabajan (la calle), puede llevar a la sociedad a establecer prejuicios”. Sin embargo, para Victoria Lacour es importante que estas personas puedan sobrevivir al margen de esta forma tan institucionalizada de ganarse la vida. “El problema de estar al margen es que te conviertes en un sujeto marginado. Creo que ya se les está empezando a ver como unos sujetos un poco degastados”, afirma.

Degastados o no, quienes se desmarcan de la etiqueta de hippies por considerarla ajena a un oficio que, con razón, definen como milenario y no una revolución de apenas cincuenta años atrás, seguirán llegando a Bellas Artes los fines de semana y a la Ciudad Universitaria durante los siete días con sus bolsos a cuestas, cargando el trapo que separa sus trabajos del suelo, sus piquetas, martillo y cincel para confeccionar cada pieza y, como describe Salazar, “encontrarse con sí mismo y descubrir otras cosas que no las descubres haciendo otros oficios.”.

Twitter, ventas interactivas a la velocidad de un clic

El instrumento de interacción digital repotenció el mercadeo viral

El Twitter irrumpió con fuerza en el espacio cibernético como una herramienta interactiva, directa e inmediata, logrando atrapar un público cautivo sediento de información y contenidos para vivir experiencias “auténticas”. Si se utiliza de manera adecuada se convierte en un instrumento comunicacional muy poderoso

Gerhard Weilheim

El desarrollo tecnológico y la aparición de dispositivos móviles con tecnología 3G dejó la mesa servida para que Jack Dorsey creara, en marzo de 2006, la aplicación Twitter como parte de un proyecto de investigación y desarrollo de la compañía Obvius LLC en San Francisco, Estados Unidos. A partir de ese momento, se entró en un nuevo ecosistema en donde las personas ya no “leen, hacen clic y callan”: están inmersos en el epicentro del huracán tecnológico donde las redes sociales son un espacio público alternativo e interactivo.


Según un reciente estudio denominado “La Generación interactiva en Iberoamérica” hecho por la universidad de Navarra con un grupo de especialistas en el área de las comunicaciones, los niños y jóvenes han sido el grupo que se han adaptado al nuevo escenario de la comunicación mundial. Obviamente son ellos los que tienen más tiempo para familiarizarse con los adelantos tecnológicos, lo que los convierte el target más preciado. 

Como consecuencia directa de esta transformación en la manera de comunicarse, en Venezuela surgieron líderes de opinión que se han convertido en voceros con su propio lenguaje para contar, con credibilidad, sus vivencias de la vida real arropando la personalidad de una marca.

Luis Chataing, referente en el manejo
            del comercial de Twitter
Hay artistas y personalidades de la comunicación venezolana como Erika de la Vega, Cesar Miguel Rondón, Valentina Quintero o el reconocido locutor Luis Chataing, vocero con casi 597 mil followers, quien profesa que el twitter es una herramienta “super efectiva”, siempre y cuando sea combinado estratégicamente y de manera acertada con otras redes como YouTube y Facebook. “De esta manera, el twitter se convierte en un link generador de migraciones de otras redes tremendamente efectivo. En mi caso, la clave ha sido tener la capacidad de producir entre 30 y 40 mensajes diarios con contenidos originales. Supongo que el gancho para los que me siguen es recibir comentarios que los conecten con la actualidad con mi toque de humor”, afirma.


Asimismo, Ana María Aldana, relacionista público de la empresa Dialogística y asesora comunicacional de Cigarrera Bigott, enumera las fortalezas o posibles debilidades del medio cuando se analiza el twitter como vehículo de interacción directa. “Actualmente muchas marcas están empleando el twitter. Ahora la cuestión es, ¿de qué manera están utilizando esta herramienta? Lo importante es que para promocionar, productos y servicios es importante utilizar contenidos auténticos que brinden a los consumidores una experiencia que vaya más allá de un mero contacto virtual. De otra manera se puede convertir en un spam”. Si se utiliza adecuadamente se tiene la ventaja de poder comunicarse con muchas personas, escucharlos y dar respuestas inmediatas. Es como establecer un diálogo directo.

Para especialistas en el área como Luis Carlos Domínguez, Director de Global Smart, hay casos emblemáticos de mercadeo viral en Venezuela como el de Pepsi. “Ellos apostaron a las redes sociales y generaron excelente recall con sus seguidores en los centros comerciales, eventos musicales y deportivos. Ha sido impresionante la cantidad de gente que acude a las convocatorias, es allí donde te das cuenta de que la gente sí te están escuchando y sí están reaccionando al mensaje”.

Quienes utilizan este medio como una herramienta de mercadeo aseguran que este tipo de proyectos generan la implicación espontánea del usuario; es menos costoso, con excelentes resultados en generar fidelidad y vivencia junto a la marca. Entre tanto hay aplicaciones especializadas como twettreach.com o followerwonk.com que ofrecen estadísticas al instante, para medir del grado de influencia y la cantidad de personas exactas a las que les está llegando el mensaje.

Sin embrago, uno de los aspectos negativos que se le puede atribuir a twitter es la multiplicación de rumores falsos o publicidad engañosa carentes de legislación y fundamentos. Este aspecto es tremendamente peligroso, ya que pueden poner en duda la credibilidad de la marca que esté vinculada.

El rápido crecimiento del mercadeo a través de las redes sociales ha sentado las bases para que se establezcan empresas jóvenes con unidades de negocios especializadas como Ojo mercadeo viral. Ellos se han convertido en referente como una de las empresas pioneras locales especializada en la creación contenidos auténticos.

Verónica Ruiz del Viso, directora y fundadora de esta organización de mercadeo viral, cuenta que uno de sus primeros clientes fue el British Council, una vez que los contactaron al analizar su poder de convocatoria a través de las redes sociales. “Ellos tenían una propuesta de hacer eventos que involucraran movilización de gente espontanea y a raíz de la efectividad de cómo se ‘viralizó’ la asistencia masiva nos comenzaron a llamar clientes como Pepsi, Rufles, Doritos y Tequechongos”.

En cuanto a las tarifas y escala de precios, varían para cada proyecto ya que se presupuesta a la medida de los intereses y necesidades estratégicas de cada cliente. “En este trabajo no hay fórmulas, de hecho si repites fórmulas la pones porque lo que hace Pepsi no tiene que parecerse a lo que hace Doritos, o lo de Doritos a lo de laboratorios Bayer y así sucesivamente. Primero porque se supone que internet habla de lo que es la identidad de cada marca y todas son distintas una de la otra”.

Con esta nueva era de mercadeo viral digital se inicia el declive definitivo de la publicidad tradicional la cual iba en una sola dirección. Los eslogans como elemento de un concepto publicitario perdieron importancia, las marcas deben hablar más y todos los días con los consumidores. Cuando se promueve un producto en twitter si se deja de ser innovador te aplastan las críticas y estadísticas. “Cuando una marca dice que es la más cool, los seguidores en el twitter te van a preguntar: ¿Qué quiere decir eso?, ¿Y por qué?, ¿Qué la hace la más cool? O simplemente, demuéstrenmelo”, señala la directora de Ojo mercadeo viral.

Al parecer, las empresas de hoy en día que quieran salir bien paradas de esta prueba de fuego deberán responder eficientemente y de manera inmediata dichas preguntas emanadas de los medios virtuales para mantenerse como líderes del mercado y poder evolucionar para trascender en el tiempo.

La incertidumbre sigue rodeando el ingreso de Venezuela al Mercosur

Se avecina un limbo económico

En el 2011 se cumplen 5 años de la primera solicitud de ingreso como miembro formal de Venezuela al Mercado Común de América del Sur y el veto paraguayo no parece dar tregua. En abril ocurrió la salida definitiva de este país de la CAN. A partir de allí Venezuela queda desamparada en materia de la integración económica regional

Andrea Blanco

Especialistas, internacionalistas y expertos en integración coinciden en que a partir de abril Venezuela entrará en un limbo en materia de integración económica regional, tras la salida definitiva de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la negativa continua del Congreso paraguayo a la solicitud de adhesión como miembro pleno, que presentó Venezuela ante el Mercosur en el año 2006.


El optimismo desaparece al mencionar el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur. Héctor Constant Rosales, negociador político de Venezuela ante el Mercosur dice no creer que esté próxima la entrada de Venezuela al mecanismo de integración. Luis Angarita, internacionalista y Profesor de la UCV, opina que el país no es para los paraguayos una prioridad en materia de integración comercial, que es el mayor ámbito de aplicación del Mercosur.

Franklin González, profesor de la UCV y ex embajador en Uruguay, cree que la aprobación del ingreso de Venezuela como miembro pleno al Mercosur está trabada por razones meramente políticas. “Creo que van a terminar aprobando el ingreso porque es una necesidad para los paraguayos y para los brasileños, no es una necesidad para Venezuela. Comercialmente, Venezuela sigue desarrollando las relaciones comerciales con los países bilateralmente”. La especialista en Derecho Internacional Económico y de Integración, María Teresa Belandria, asegura que habría que esperar que termine esta legislatura del senado paraguayo, que se elijan unos nuevos representantes parlamentarios y estos lleguen a considerar la posibilidad.

Un área de contradicciones: Ventajas y desventajas. Es necesario colocar en una balanza las variables que se manejan en este juego de intereses regional. El ingreso de Venezuela al Mercosur significará ampliar su mercado externo y, a su vez, pasar a contar con una oferta de bienes y servicios proveniente de los países miembros. Sin embargo, es fundamental evaluar las contradicciones entre Venezuela y el mecanismo,  y las desventajas que se generarían del ingreso.

Las opiniones de los expertos convergen en que con el ingreso de Venezuela al Mercosur se fortalece este mecanismo de integración en la región e internacionalmente, en la medida en que la variable energética, muy debilitada hasta ahora, se desarrolla y profundiza con Venezuela. “Este ingreso otorgará a Venezuela y a su Gobierno, una mayor legitimidad internacional, sobre todo en función de la campaña mediática transnacional orquestada en su contra”­­, acota Constant.

González, quien también fue representante permanente de Venezuela ante el Mercosur en Uruguay, asegura que Venezuela pasó de tener una relación comercial con los países que integran el Mercosur hace 5 años de $1.000 millones a una en la actualidad de $10.000 millones. Belandria, añade que la balanza de pagos favorable que había con los países miembros se ha invertido y en este momento Venezuela es deficitario con relación a todos los países del Mercosur. Esto significa que el país compra más productos los que les vende. “Durante muchos años tuvimos una balanza de pagos favorable con Brasil, superior a los 4.000 millones de dólares, actualmente el déficit supera los 6.000 millones de dólares”, sentencia la profesora.

Es una fuerte posibilidad que sectores productivos nacionales, en particular los medianos y pequeños,  pudieran verse desfavorecidos sobre todo por la competencia de los bienes y servicios provenientes (por ejemplo) de Brasil en el campo industrial, agrícola y manufacturero.

Como bien señala Belandria, para competir con economías tan grandes, es necesario un aparato industrial fuerte, con productos diferentes al petróleo, que puedan entrar a competir en un mercado de casi 400 millones de personas, y en este momento las empresas venezolanas no tienen ni la calidad, ni la capacidad. “Venezuela apostaría a depender en mayor medida del petróleo como bien de exportación, con pocos avances en economías de escala”, señala el profesor Angarita.  

“Aunque los Programas de Liberación Comercial negociados por Venezuela buscan y buscarán proteger a los sectores productivos nacionales para evitar su desaparición frente a productores del Mercosur más competitivos, estos programas son finitos, con lo cual existe el riesgo de dar un rudo golpe a la producción nacional si no se diseñan unas políticas adecuadas”, enfatiza el profesor Constant.

Fermín Toro Jiménez, profesor titular de la UCV y ex-embajador permanente de Venezuela en la ONU considera que quizás la variable negativa más emblemática ante el ingreso de Venezuela al Mercosur es que la integración será difícil y complicada. “Venezuela pretende un régimen de intercambio estructuralmente diferente al del Mercosur, que es estrictamente capitalista”.

Mercosur tiene un conjunto de tratados que ha suscrito con otros grupos de integración, como la UE, en los cuales ya están fijados aranceles, plazos y preferencias, que no habría posibilidad de modificar, por lo cual Venezuela entraría a un traje que no fue hecho a su medida”, acota Belandria.
En este punto Fermín Toro se pregunta: “¿Cómo avanzar dentro del Mercosur, cuando no tenemos poder suficiente para modificar internamente al mecanismo?”.

Venezuela y la crisis de integración. Si bien es cierto que Venezuela solicitó retirarse de la CAN en 2006 condenando el impacto negativo que traerían al país los Tratados de Libre Comercio de Estados Unidos con Perú y con Colombia (este último aún sin concretarse),  Belandria y Toro convergen en que la zona de expansión y de influencia natural de Venezuela es la CAN, no el Mercosur.

“Observamos la incompatibilidad de nuestro país con la CAN (casos Panamá y Colombia) y con el Mercosur, entonces, ¿dónde estamos?, ¿en el ALBA? Eso todavía está muy incipiente, es un embrión que tiene que desarrollarse, adquirir más consistencia. El ALBA es un proyecto anticapitalista que entra en contradicciones con el Mercosur. En materia económica habría que preguntarse ¿cuál es el intercambio real con los otros miembros?”, enfatiza Fermín Toro.


En materia de las contradicciones entre el Mercosur y el ALBA, el internacionalista Luis Angarita opina que hace falta una política exterior clara en cuestión de políticas comerciales y de protección de la producción nacional, entendiendo que el Mercosur es un tratado principalmente comercial. Por su parte, Constant considera que el Mercosur es un modelo económico y el ALBA un modelo político, con lo cual la brecha que los separa es mayor que la zona que los une. “Es necesario que el ALBA logre asegurar un acervo normativo que la blinde y le genere una mayor consistencia”.

“Hay que ver que aunque la relación con la Comunidad Andina existía y era de larga data, realmente es este un esquema que fenece. Creo que la CAN está destinada a su desaparición. Recordemos hoy que la CAN está viviendo de su historia, más que de su presencia, por lo que creo que fue ventajoso y bien pensada la salida de la CAN. Claro, no se esperaba que hubiese la traba de algún país para el ingreso al Mercosur. Creo que lo dieron por sentado”, concluye Constant.

Las librerías venezolanas en el ocaso

El mercado literario sufre una de sus peores crisis

Las dificultades se ciernen sobre las librerías venezolanas. Tras el cierre de la emblemática librería Lectura, se hace aún más evidente la crisis del sector. Las causas son diversas y tocan a la puerta de las librerías tradicionales que quedan en pie. La coyuntura sugiere un diagnóstico

Vanessa Gil

La librería Lectura, ubicada en el Centro Comercial Chacaíto, contaba con una historia de casi sesenta años de albergar más que libros. Hoy sus puertas permanecen cerradas. La capital se ha quedado sin una de sus librerías más emblemáticas, y no es la única que ha cerrado sus puertas. La librería Macondo, también ubicada en el C. C. Chacaíto, igualmente llegó a su ocaso. Libroria y La France se preparan para cerrar sus puertas. El panorama no es favorable. El sector sigue declarándose en crisis mientras que la pregunta por el futuro de las librerías tradicionales venezolanas resuena con fuerza.


Walter Rodríguez, librero insigne de este establecimiento llegó a Venezuela por el año 1970 para administrar la librería Lectura, gracias a cierta popularidad de la que gozaba en Montevideo, Uruguay, su país natal, y desde luego, a sus conocimientos sobre el vasto mundo de los libros. Su estadía sería temporal, pero Venezuela logró seducirlo de tal manera que decidió quedarse y aún reside en el país. Su relación con los libros es más un estilo de vida que otra cosa. Sin embargo, hoy lamenta el cierre del lugar que le trajo tantas anécdotas y satisfacciones.

Ni “ratones” ni divisas ni novedades. En 2008, gracias a la resolución del Ministerio Popular de Industrias Ligeras y Comercio (Mppilco), los libros abandonaron la lista de bienes prioritarios para recibir divisas por parte de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) sin el apremio de realizar el antipático trámite de obtención del Certificado de No Producción. Esto según lo promulgado en Gaceta Oficial Nº 38.882 de marzo de ese año.

A ese hecho se suman otros como los altos costos de los alquileres y la disminución de aquellos lectores a los que Walter Rodríguez de Lectura se refiere como “ratones de librería”: un grupo de lectores conformados, en su mayoría, por profesores universitarios, gente de clase media, “grandes compradores a los que ahora el sueldo no les da”. Según él las nuevas generaciones no compran como se compraba antes.

El aumento de los precios está aunado a esa dificultad para la obtención de divisas necesarias para la importación. Los trámites para conseguir los permisos necesarios, como el Certificado de No Producción, son engorrosos y llevan mucho tiempo. “Por el tema de las divisas también se han encarecido los libros. Hay gente que se ve obligada a importar a través del dólar libre y eso afecta los precios. Para el público no es fácil pagar precios tan altos por un libro cuando la situación está difícil”, dice Antonio Morales, regente de la librería Alejandría III, quien tiene quince años de experiencia en el oficio y cuyos comienzos fueron de la mano del mismo Walter Rodríguez en la hoy cerrada librería Lectura. Estima que el aumento de los precios ha sido de un 30% y eso causa que la gente compre menos libros. Tampoco deja de lado la inflación que, indudablemente, ha afectado el bolsillo del venezolano. Para Ignacio Alvarado de la librería Libroria, ésta es la verdadera causa de que las ventas disminuyan: “los precios son los de siempre, lo que pasa es que estamos más pobres”.


Pero el asunto de las divisas también ha traído como consecuencia que la oferta editorial haya mermado. En tal sentido, Andrés Boersner, quien se encarga de la Librería Noctua desde hace 28 años, afirma que los libros no llegan con regularidad al país. “Los que llegan lo hacen con un atraso de, por lo menos, seis meses”, dice.

“Las divisas que le otorgan a la editorial son muy pocas y ellos traen solo lo puntual, lo que se vende. Anteriormente podrías traer mayor variedad”, asevera Morales de Alejandría III.

Por su parte, Ignacio Alvarado de Libroria estima que al país no llega “ni un 10% de las novedades”. Lo mismo admite Iván Diéguez, actual presidente de la Cámara Venezolana del Libro (Cavelibro), al afirmar que los trámites para la obtención de las divisas no permiten que las novedades lleguen oportunamente al país. Según Diéguez, Cavelibro sostiene ante el Ministerio Popular de Industrias Ligeras y Comercio (Mppilco) que los libros, por ser un bien prioritario, no deberían tener la necesidad de una Certificación de No Producción y asevera que, desde que en el año 2008 se impuso esta medida, han estado trabajando para que sea levantada.

Considera que esto se debe en parte a la creencia errada por parte de algunos sectores de que, al evitar la llegada al país de libros desde otras latitudes, esto incrementará la producción nacional. En un estudio presentado el año pasado a dicho ministerio, se demostró lo contrario: al haber mayores niveles de importación hay mayores niveles de producción nacional. “El libro se ve sometido a esta disposición luego de que dos empresas ajenas al sector del libro hicieran uso indebido del código arancelario para hacer importaciones. Lamentablemente, pagamos justos por pecadores”, dice Diéguez.

La Comisión Especial de Cavelibro ha sostenido reuniones con diversas instancias como Cadivi, el Ministerio de Cultura, el de Educación y con el Mppilco, con el fin de solventar esta situación. “Lo que perseguimos es hacer ver que nuestro sector cuantitativamente demanda muy pocas divisas en comparación a la totalidad de divisas de la nación. Pero ese porcentaje en apalancamiento cultural y social es enorme. Adicionalmente, hay que aclarar que los libros que se importan son libros para la formación”.

Sin embargo, el presidente de Cavelibro, contrario a la opinión de muchos, considera que los venezolanos cada día leen más. Para él el tema de los precios tiene varias aristas: “por un lado, el hecho de que los insumos necesarios para la producción nacional de libros se haya colocado en un valor de 4,30 bolívares fuertes por dólar repercute en el alto costo de la impresión en el país. También se dio un incremento en los libros de 2,60 a 4,30 BsF por dólar. Además hay que tener en cuenta que no todos los importadores de libros en Venezuela optaron a partir de 2008 por el sistema Cadivi. Una inmensa mayoría optó por hacer importaciones a través de otros mecanismos –legales en su momento- como el  Sitme o las bolsas de valores. Eso produce una variación de precios en el mercado”.

El sector sigue declarándose en crisis y a pesar de las reuniones sostenidas por la Cámara Venezolana del Libro con el Mppilco es poco o nada lo que se ha logrado. Las consecuencias de la medida no solo las padecen las empresas, también los lectores. La anterior presidenta de Cavelibro, Yolanda Cagides, mencionaba al diario El Nacional semanas después de que la medida en relación a las divisas fuera tomada que la dinámica editorial es muy rápida y que por ello, entre otras razones, en casi ningún país del mundo existen restricciones para la circulación del libro.


El panorama a futuro. Con un escenario desalentador, al que se suman los costos elevados de los alquileres de los locales –razón principal por la que se da el cierre de Lectura-, la pregunta sobre el futuro de las librerías tradicionales o especializadas precisa una respuesta.

Antonio Morales es optimista: “estamos pasando un momento sumamente difícil pero esto puede ser algo transitorio”. No es así en el caso de Ignacio Alvarado de Libroria, quien ha decidido mutar su librería a un formato virtual pues económicamente le resulta más rentable, lo que significará el cierre de la también emblemática librería de Las Mercedes. Los precios del local fue una de las razones que lo llevaron a tomar esta decisión.

“El alquiler es un problema. Estar a la altura de lo que es el comercio, del movimiento de dinero es difícil. Cuando en otros rubros hay un crecimiento de 30 y 40% anual, nosotros no tenemos ese crecimiento. Entonces muchas veces viene  el estancamiento y llega el momento en que ya no puedes hacer frente al alquiler. La librería Lectura tuvo que cerrar porque el alquiler era muy alto. Macondo, de Pedro Pérez, también tuvo que cerrar porque el alquiler era demasiado alto. Los costos de mantenimiento han subido mucho y han subido más que el crecimiento del mercado”, señala Andrés Boersner de Noctua.

No obstante, si las librerías tradicionales cierran y otras se mudan a la web, el oficio del librero también se ve amenazado. Boersner explica que el cierre de algún espacio siempre es lamentable. En el caso de las librerías que han cerrado en los últimos años, alega que se trataba de librerías de auténticos libreros calificados: “hemos tenido tres pérdidas importantes en estos últimos dos años: Raúl Bethencourt de Suma, Sergio Alves de Divulgación y ahora Walter (Rodríguez) de Lectura. No es nada fácil ni aquí ni en ninguna parte conseguir libreros así. No es solo la librería, es también el librero. Tanto así que pareciera que, cuando se muere el librero, también muere la librería”. Sin embargo, el librero de Noctua piensa que siempre va a haber alguien que oriente al lector, por lo que la figura del librero es importante.

Ignacio Alvarado de Libroria no duda en decir que el oficio de librero y las librerías tradicionales carecen futuro, perspectiva que concuerda con la del Nobel de economía Gary Becker al afirmar que las librerías tradicionales están condenadas. En parte, argumenta Alvarado, porque los lectores se adaptarán a las nuevas tecnologías como el e-book y el libro impreso desaparecerá: “el destino de las librerías es desaparecer, es cuestión de tiempo. Si hay un aparato realmente cómodo y que te satisfaga en todo: en el tamaño de la letra, en la iluminación, el contenido, el precio, ¿por qué no vas a leer ahí? ¿Por que habrías leer en papel si es más barato, menos espacio, toda la biblioteca en un solo aparato?”. Asegura que el cierre de algunas librerías no lo ha tomado por sorpresa: “la gente que sabe lo veía venir”.

Pero para Andrés Boersner esto depende del mercado de cada país: “una cosa es el mercado en el primer mundo, otra en el mercado venezolano. En Estados Unidos ha entrado muy fuerte el e-book en más del 25%. En Francia y España es apenas el 1%. Amazon vende más libros en e-book que tradicionales. En Estados Unidos va acelerado; en los demás países no. Va a crecer, va a llegar a su nivel, pero ambas cosas se complementan, además, queda mucho tiempo por delante”.

El librero celebra la presencia de las nuevas tecnologías, pero no cree en la desaparición física del libro. Tampoco cree en ello el presidente de Cavelibro, Iván Diéguez, quien da importancia a la promoción de la lectura más que al formato en que se dé.

La librería Lectura también continuará sus ventas a través de la web: “tengo una distribuidora de libros y una editora, voy a distribuirle a las librerías y seguiré vendiéndole a las universidades y bibliotecas y sobretodo en las ferias”, indica Walter Rodríguez. El uruguayo lamenta que no haya una generación de libreros de relevo. A esto también hace referencia Iván Diéguez al apostar por la formación de los nuevos libreros como medida para preservar la vida de las librerías tradicionales: “la gran diferencia entre una buena o mala librería la hacen los libreros, ellos son quienes inician, orientan y documentan a los lectores”.

A pesar del cierre de Lectura y los altibajos del negocio editorial y aunque no duda en afirmar que el libro está resentido, Walter Rodríguez, de la hoy desaparecida librería Lectura ofrece una apuesta optimista hacia los libros: “Aquí el único personaje que manda es el libro. Las librerías seguirán existiendo y el libro siempre va a vivir”.